Los difuminos son pequeños cilindros de papel, alargados, de varios grosores, afilados como la punta de un lapicero, empleados para difuminar, mezclar o atenuar los trazos de grafito, pastel, lápices de colores y otras técnicas secas de pintura como el carboncillo o los lápices sanguina. Los difuminos están fabricados con papel suave de celulosa fuertemente enrollado. También se pueden emplear como instrumentos de dibujo.